Alejandro Aravena Mori, el diseñador chileno que recibió en el 2016 el prestigioso premio de arquitectura Pritzker, habilitó sus proyectos a fin de que sean empleados por los gobiernos en la edificación de casas de interés social y a favor de personas asiladas.
"Ahí los tienen. Los archivos y planos. Una razón menos por la que decir que no es posible", manifestó en una conferencia de prensa tras recibir el premio en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York.
Durante su carrera, Aravena se ha dedicado a desarrollar soluciones de casa para las personas más necesitadas y es defensor de la arquitectura sostenible, entre las tendencias predominantes el día de hoy en el campo del diseño de inmuebles.
"Una estructura sustentable y amoldado al ambiente lo gozan familias a lo largo de generaciones y asimismo trae beneficios al conjunto de la urbe", resaltó.
El arquitecto advirtió que solamente por medio de una construcción sustentable se pueden enfrentar obstáculos como la existencia de mil millones de personas en el orbe que habitan ciudades en condiciones de miseria.
"La arquitectura es capaz de aportar el valor añadido de la síntesis a problemáticas muy complejas, como la habitación o bien la inmigración", añadió.
Entre las características que distinguen su trabajo tiene que ver con la construcción de "casas expansibles" de interés social. Estas se diseñan de forma que exista la posibilidad de que se vayan ampliando con el tiempo y conforme mejoran las condiciones económicas de sus dueños.
Además de esto, el ganador del llamado "Nobel de la arquitectura" aboga por que se tome en cuenta la voz de la comunidad en la administración de los planes inmobiliarios.
La arquitectura como herramienta de cambio social
Aravena ha participado en la reconstrucción de estructuras arrasadas por siniestros naturales, como el sismo y el tsunami acontecidos en su natal Chile el 27 de febrero de 2010. Los desastres cobraron la vida de 525 personas y dejaron miles y miles de afectados.
El diseñador tomó parte en el levantamiento de edificios públicos en la ciudad de Constitución (zona centro-sur de Chile), que quedó muy golpeada tras la desgracia.
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